“Sí o sí, voy a culminar mi sueño en la aviación”

A nivel mundial, solo el 5.18% de pilotos son mujeres, según la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA). Se requiere valentía para que una mujer quiera formar parte de esta labor, y Verónica Iraheta es una de ellas, a sus 35 años está en proceso de cumplir su sueño

Por Paola Arriola

Foto por Paola Arriola

El Salvador es uno de los países que aún posee estereotipos de las carreras que deben ser para hombres o mujeres, aviación es una de ellas, pero es inevitable que algunas mujeres se sientan atraídas a este campo, y este paradigma no las detendrá. Verónica Iraheta es una joven que desde temprana edad sintió atracción  al vuelo, pero gracias a distintos comentarios y situaciones se abstuvo de cumplir su fantasía, aún así,  se dio cuenta que pilotar es lo que quiere para su vida, y ahora está segura que lo puede lograr, pese a su edad y género.

“Me salió una oportunidad para trabajar como tripulante de cabina, apliqué y quedé, gracias a Dios, entonces yo dije, bueno, es la oportunidad de cumplir mi sueño. Cuando entré a trabajar como tripulante de cabina, me di cuenta de este mundo de la aviación, en ese momento era bien difícil entrar como mujer a ser piloto, porque el  jefe de aviadores que estaba en ese entonces, no tenía apertura a nosotras dentro de la aviación. Una vez hubo cambio de jefe, hubo apertura para las mujeres, y fue cuando yo decidí empezar a estudiar para piloto”, comentó Iraheta.

Para esta carrera hay una serie de requisitos que se deben cumplir, el más importante es contar con un certificado médico vigente para poder ponerse al mando de un avión, estos solo pueden estar expedidos por un centro médico-aeronáutico. Mantener actividad física es uno de ellos también, ya que se  requiere de ella,  y  dependiendo, puede jugar a favor o en contra. “El factor físico siempre influye, los aviones son pesados y a la hora de aterrizar el avión se requiere mucha fuerza. He escuchado a muchas más mujeres que terminan diciendo: ´me duele el brazo´; ´me duele el hombro´; o que les duele algo, pero no en todas”, explicó Jaime Burgos, instructor de la escuela Flight Training.

Asimismo, Burgos hace la mención que en Estados Unidos, donde él tuvo la oportunidad de sacar todas sus licencias, este estereotipo no existe, ya que la cantidad de hombres y mujeres es igual. Incluso comenta que no le ve la razón, fuera de lo físico, del porqué una mujer se limita a estudiar esta profesión, dado que, para él la capacidad que poseen es la misma, “a medida que uno va ganando experiencia se siente más reconfortante. Todos tenemos una mala etapa, hasta nosotros, los instructores tenemos malos aterrizajes”, aclaró.

Sin embargo, las limitantes para estudiar esta carrera, no se basan únicamente en estereotipos, sino también en el ámbito económico, puesto que, el costo ronda entre los 31 mil dólares, y no todos tienen las posibilidades de pagarlo, pero si vale la pena, se encontrarán maneras. Antes de empezar como piloto, Verónica sacó una Licenciatura en Relaciones Internacionales,  trabajó y estudió al mismo tiempo, no fue fácil para ella llevar ambas cosas, pero ya comenzó a ver su recompensa, actualmente se encuentra en proceso de sacar su primera licencia, como piloto privado.

De igual manera, hace ya algunos años las mujeres han mostrado que volar es un sueño posible, manifestando la capacidad que tienen cuando aman lo que hacen, un ejemplo es Susana Ibarra, la segunda piloto en El Salvador, y la primera en ser contratada como Primera Oficial por una aerolínea extrajera, Kuwait Airways, en 2018. «Nunca me había sentido tan orgullosa de ser mujer en esta industria», afirmó según la Prensa Gráfica.

Para un piloto en un día normal, los salarios iniciales oscilan entre $26 mil y $39 mil, para los capitanes experimentados el pago puede llegar a más de $184 mil, no obstante, la diferencia de salario promedio entre hombres y mujeres ronda un 9,7% en todas las industrias de la aviación, según la aerolínea Ryanair, que reportó la mayor brecha salarial de género.

Actualmente, en El Salvador hay seis escuelas de aviación: Escuela de Aviación Panal; Centro de Entrenamiento Aeronáutico (CEA); Centro de Adiestramiento Aéreo Avanzado; Flight Training; Academia Superior de Aviación (ASA) y; Dardano Aerotech. Todas se encuentran ubicadas en el aeropuerto de Ilopango.

No te vayás sin decir lo que pensás

En tu vida tenés diferentes oportunidades para decir cosas que sentís, pero por seguridad a estar mañana no lo hacés. La vida se resumen en pequeños momentos con personas que amamos. No lo dejés ir

Por Paola Arriola

Pues este es mi caso, tal parece que me quedan tres horas de vida. Y es que en estos momentos no se te viene a la mente lo material, sino los momentos y personas que te hicieron pasar un buen rato, pese a ello, cuando tenemos vida la sobrevaloramos y buscamos cosas que nos complementen.

No puede faltar la parte en la que te perdonás a ti misma, por tus acciones, para luego disculpar a aquellos que te hicieron daño. Parece que cuando hacés todo esto, ya tiene sentido tu vida, y comenzás a sentir paz. Sin embargo, de cualquier forma me iré y no puedo hacer en 3 horas lo que no hice en 18 años.

Por lo tanto, para que mi último viaje tenga sentido tengo agradecer a mi familia por su amor y apoyo incondicional. Luego acercarme a la confesión con un sacerdote de mi confianza y expresar todos mis pecados, incluso aquellos que en algún momento me parecieron ridículos aceptar, mandar un mensaje a cada uno de mis amigos y decirles lo importante que fueron en el camino de mi vida.

Por otra parte, se me viene a la mente cuando de chiquita me preguntaron ¿qué harías si te murieras mañana?, más que todo, respondí que haría algunas actividades extremas. No obstante, cuando tenés la muerte frente a tus ojos, comprendés lo que una vez dijo El Principito «lo escencial es invisible a los ojos», ya que ahora no desperdiciaría mis minutos en esto.

Creo que no hay forma de estar completamente lista para lo que sigue después, pero no me cabe duda que si decís o hacés algo que te sale del corazón, te irás bien. Mi estrategia para irme sin ningún peso es hacer lo primero que se me viene a la mente, aquello que me hace feliz a mí y a alguien más. Y así en mi respiro final podré decir: valió la pena cada segundo.